El libro
Título: Tierras de luz, tierras de sombra
Autora: María Martínez Ovejero
Nº de páginas: 372
Editorial: Éride Ediciones
Año de publicación: 2015
Año de publicación: 2015
P.V.P: 15 €
La historia
(Sinopsis ofrecida por Éride).«Dos mundos unidos por un portal. De un futuro que no podía cambiar, a otro cuya supervivencia dependía solo de su decisión de luchar. Adelle emprenderá un viaje con una misión, y descubrirá la amistad, el valor y la magia, pero también el miedo, el peligro y… ¿la traición? Cuatro gemas, cuatro magos, cuatro pruebas y un único objetivo: devolver la vida a una reina que pondrá fin a la oscuridad».
La autora
María Martínez Ovejero nació en 1987 en Talavera de la Reina y estudió Derecho en Madrid. En la actualidad, amplía su formación estudiando Criminología. Se estrenó como autora en el año 2014 con la novela Recuérdame. En 2015, se inicia en el mundo de la literatura fantástica con Tierras de luz, tierras de sombra.
Valoración personal
Tierras de luz, tierras de sombra es una novela de fantasía orientada al público juvenil y presentada bajo una enigmática portada y una sinopsis atractiva a la que no me pude resistir.
La trama principal no brilla por su originalidad: una joven normal y corriente es arrancada de su tranquilo hogar en el planeta Tierra y transportada a un mundo fantástico, en el que la magia es real, donde deberá encontrar cuatro gemas mágicas para salvar a las buenas gentes del lugar. Es cierto que nos encontraremos un par de giros argumentales por el camino, pero, en general, la novela puede resultar un poco demasiado predecible para mi gusto.
Tras la amena presentación que supone la primera parte del libro, llegamos a un bucle en el que reviviremos la misma estructura exacta cuatro veces, una por cada una de las susodichas gemas: las partes II a V de la historia prácticamente solo son distinguibles unas de otras por la zona del mundo que tendrá que visitar el grupo y por el personaje cuyo pasado estaremos a punto de descubrir. En contraste, en la parte VI me encontré un más que satisfactorio desenlace y el posible inicio de una nueva aventura que pinta bastante bien.
El personaje principal es Adelle, una joven francesa siempre dispuesta a arriesgar su vida por una causa noble. Siente debilidad por los chicos que usan las palabras «estúpida», «boba» o «inútil» en cada frase que le dirigen y opina que las mujeres deberían aprender a hacer los nudos de corbata de sus amigos varones —no vayan a tener que aprender ellos mismos—.
Tanto la protagonista como sus compañeros de viaje me han parecido personajes bastante planos y no del todo creíbles; en particular, la adoración que demuestran todos por Adelle, especialmente en el caso de Maiwen, me ha parecido exagerada e injustificada, demasiado difícil de creer. Por otro lado, algunos de los personajes secundarios, como la bruja,los príncipes oscuros o Alexia, me han parecido mucho más interesantes que los principales, lo cual podría ser un dato esperanzador de cara a una posible secuela. Ya veremos.
La prosa de Martínez Ovejero es, en general, de calidad aceptable, aunque he observado un uso un tanto torpe del lenguaje en más de una ocasión. Entre expresiones rebuscadas y explicaciones redundantes que entorpecen el ritmo del relato, destacaría unos diálogos que, en su mayor parte, no me han resultado del todo naturales. También me he topado con alguna que otra estructura sintáctica a la que todavía no encuentro demasiado sentido en el idioma castellano, así como ejemplos del mítico loísmo, que hasta entonces solo había presenciado en ejemplos de libros de texto. Así y todo, aparte de estos detalles, es una novela amena y sencilla de leer..
En conclusión, Tierras de luz, tierras de sombra es un libro entretenido, aunque un poco repetitivo y lleno de clichés. Pese a sus fallos, cuenta con un puñado de momentos y personajes interesantes que pueden justificar la lectura. Una opción a considerar si te apetece una historia de fantasía de una autora española y con una protagonista femenina.
La trama principal no brilla por su originalidad: una joven normal y corriente es arrancada de su tranquilo hogar en el planeta Tierra y transportada a un mundo fantástico, en el que la magia es real, donde deberá encontrar cuatro gemas mágicas para salvar a las buenas gentes del lugar. Es cierto que nos encontraremos un par de giros argumentales por el camino, pero, en general, la novela puede resultar un poco demasiado predecible para mi gusto.
Tras la amena presentación que supone la primera parte del libro, llegamos a un bucle en el que reviviremos la misma estructura exacta cuatro veces, una por cada una de las susodichas gemas: las partes II a V de la historia prácticamente solo son distinguibles unas de otras por la zona del mundo que tendrá que visitar el grupo y por el personaje cuyo pasado estaremos a punto de descubrir. En contraste, en la parte VI me encontré un más que satisfactorio desenlace y el posible inicio de una nueva aventura que pinta bastante bien.
El personaje principal es Adelle, una joven francesa siempre dispuesta a arriesgar su vida por una causa noble. Siente debilidad por los chicos que usan las palabras «estúpida», «boba» o «inútil» en cada frase que le dirigen y opina que las mujeres deberían aprender a hacer los nudos de corbata de sus amigos varones —no vayan a tener que aprender ellos mismos—.
«¿Por qué no aprendes? Es muy fácil, y a lo mejor en algún momento necesita de tu ayuda».
La prosa de Martínez Ovejero es, en general, de calidad aceptable, aunque he observado un uso un tanto torpe del lenguaje en más de una ocasión. Entre expresiones rebuscadas y explicaciones redundantes que entorpecen el ritmo del relato, destacaría unos diálogos que, en su mayor parte, no me han resultado del todo naturales. También me he topado con alguna que otra estructura sintáctica a la que todavía no encuentro demasiado sentido en el idioma castellano, así como ejemplos del mítico loísmo, que hasta entonces solo había presenciado en ejemplos de libros de texto. Así y todo, aparte de estos detalles, es una novela amena y sencilla de leer..