Reseña de "Las hijas del frío", de Camilla Lackberg

"La última cubeta pesaba bastante y apoyó el pie contra la falca del barco para aumentar la estabilidad a la hora de sacarla. Poco a poco, fue notando cómo subía y esperaba que no hubiese sufrido ningún daño. Miró por la borda de su vieja barca para ver en qué estado aparecía. Pero no fue la cubeta lo primero que vio. Una blanca mano hendió las inquietas aguas y, por un instante, le pareció que señalaba al cielo."

El libro

Título en español: Las hijas del frío

Autora: Camilla Lackberg

Editorial: Maeva

Año de publicación: 2009

Nº de páginas: 480

Las hijas del frío es la tercera entrega de la serie Fjällbacka escrita por Camilla Lackberg. Las entregas anteriores son La princesa de hielo y Los gritos del pasado.

La historia

Erica y Patrik acaban de tener una hija y, a pesar de la alegría que trae la pequeña al hogar, la joven pareja debe hacer frente a toda un serie de nuevas preocupaciones. La niña llora mucho, Erica sufre una depresión posparto y Patrik está constantemente cansado. Erica encuentra entonces apoyo en Charlotte, madre de Sara, una niña de siete años que sufre el síndrome de deficiencia de atención, cuando se produce un terrible drama: un pescador encuentra el cadáver de la pequeña Sara, ahogada en el mar. Las autoridades piensan primero que se trata de un accidente, pero la autopsia revela que la pequeña fue ahogada en una bañera antes de ser arrojada al mar, y que alguien le hizo tragar cenizas...La abuela de la niña acusa inmediatamente a Kaj, un vecino malhumordo con el que la familia mantiene un grave enfrentamiento desde hace años. A los pocos días, otro niño es atacado; éste logra salvar la vida, pero cunde el pánico en la pequeña población de Fjällbacka. ¿Quién puede estar cometiendo estas terribles acciones y por qué? (Fuente: Maeva)

La autora

Camilla Läckberg (Suecia, 1974) publicó en 2003 su primera novela, La princesa de hielo, ambientada en Fjällbacka, la región costera en la que nació y creció. Debido a su gran éxito, abandonó su carrera como economista y se convirtió en la escritora de novelas de misterio que siempre soñó ser. Desde entonces, su trayectoria ha sido fulgurante y ha superado los doce millones de ejemplares vendidos en más de cincuenta países. Además, ha escrito una serie de álbumes infantiles inspirada en su hijo pequeño, Charlie, varios libros de cocina, y diseña su propia línea de ropa y de joyería. También es coguionista de la serie de televisión Los crímenes de Fjällbacka, que se ha estrenado hace poco en nuestro país, basada en las tramas de sus novelas y en los personajes de Erica Falck y Patrik Hedström. (Fuente: Maeva)

Valoración personal

¿Sabéis lo que es coger un libro de misterio y no poderlo soltar hasta que descubres quién es el asesino en cuestión? Pues eso. Eso es lo que me ha vuelto a pasar con esta tercera entrega de la popular serie Fjällbacka creada por Camilla Lackberg. En Las hijas del frío Camilla Lackberg vuelve a exprimir la gallina de los huevos de oro y repite la estructura que tanto éxito le reportó con las dos primeras entregas de las aventuras del detective Patrik Hedström. De este modo, la "apacible" localidad de Fjällbacka vuelve a ser el escenario de un asesinato que Patrik deberá resolver con la inestimable colaboración de su colega Martin. El crimen en cuestión no podía ser más espeluznante: una niña ahogada después de haber sido obligada a ingerir ceniza. 

Quizás la clave del éxito de Lackberg resida en la fuerza que su protagonista, Patrik Hedström, imprime a la narración. Se trata de un personaje perfectamente perfilado, rico en matices y muy humano. Sin duda, el lector logrará empatizar con este peculiar detective sueco, bonachón y con mucho instinto. Su esfuerzo constante por conciliar su vida familiar y laboral, favorecen el acercamiento al lector que se atreve con esta espeluznante trama. Y, aunque Lackberg acierta de pleno en la construcción del personaje principal, descuida en esta ocasión el retrato de los secundarios, que se presentan en esta tercera entrega como meros arquetipos: Lilian, la victimista; Martin, el niño bueno; Gosta, el pasota; Ernst, el malo malísimo y Mellberg, el vividor. Sólo Erica, que goza de mayores apuntes psicológicos, escapa a este simplista tratamiento.

"Simplificando, podría decirse que los afectados de Asperger carecen de sentido común."

Quizás motivada por tal simplismo o por otra causa que escapa a mis entendederas, Lackberg juega con fuego (y yo diría, que se quema) a la hora de introducir a un personaje clave en el nudo y desenlace de la trama: Morgan, vecino de la pequeña asesinada y diagnosticado con síndrome de Asperger. Llegados a este punto, he de reconocer que me entraron ganas de mandar a la mediática escritora a freír espárragos y lanzar el libro directo a la basura. Y es que no voy a decir que Lackberg no se ha documentado sobre el Síndrome de Asperger, que lo ha hecho. Sin embargo, no lo suficiente como para poner en boca de uno de sus personajes, una psicóloga que colabora con la policía, alguna que otra frase que no hacen sino deshumanizar a Morgan, convirtiéndolo en un personaje egoísta y sin sentimientos y creando un retrato engañoso de una persona con Asperger. 

Dejando a un lado esta vaguedad en el tratamiento de los personajes secundarios, nos volvemos a encontrar con una correctísima ambientación espacial. El escenario de los hechos vuelve a ser la localidad sueca de Fjällbacka, un lugar que a estas alturas de la serie no podemos catalogar precisamente como un lugar tranquilo y donde sus habitantes, que parecen convivir en armonía, esconden oscuros y tenebrosos secretos. Aun así, habiendo acontecido en ella ya tres crímenes, sus ingenuos personajes continúan con esa extraña costumbre de dejar bebés dormidos en su carritos en plena calle durante las frías tardes de invierno. Digamos que esta parte, me cuesta entenderla. 

Aun con todos los peros señalados, Lackberg vuelve a conseguir que la trama de su novela sea fresca, entretenida y adictiva como pocas. Posiblemente este dinamismo sea consecuencia de una acertada combinación de diálogos con fuerza, flashbacks, descripciones evocadoras y un inteligente uso de pistas falsas. También el uso de estructuras sintácticas poco complejas, frases cortas y vocabulario sencillo acercan la novela a un público general, convirtiéndola quizás en un producto comercial que no defrauda.

En consecuencia, Las hijas del frío sigue la dinámica de las dos primeras entregas de la serie Fjällbacka y nos presenta una truculenta, entretenida y misteriosa trama que engancha desde la primera página. Gracias a la fuerza de su protagonista y a una acertada e inteligente combinación de pasado y presente, Lackberg nos vuelve a demostrar que la fama de la novela negra nórdica está más que justificada. Las hijas del frío tiene algún que otro pero, es cierto. Pero también es una buena novela de misterio apta para todos los públicos. Aviso a navegantes: engancha. Y mucho. 

Puntuación: 7,5/10